lunes, 28 de marzo de 2011

CAMPANAS POR DOQUIER
Son las 7:00 p.m. y como es costumbre de los 365 días del año las campanas de la iglesia que está a escasos 12 metros de mi casa comienzan a sonar, las personas que viven en los alrededores o que están en las bancas afuera al escuchar este concierto estridente auspiciado por un señor que pinta muchas canas que tira de una cuerda haciendo percutir el badajo en el anillo sonoro de este instrumento idiófono saben que es hora entrar a la reunión, esto no es algo que sucede nada mas a esa hora, este ritual es repetido en varias ocasiones durante todo el día comenzando a las 6 de la mañana.
Al ver esta escena una y otra vez me llama la atención que son más o menos 16 siglos de esta tradición, tengo la leve esperanza que con el avance de la tecnología se desarrolle una aplicación para los celulares o computadoras en la que estas campanadas se escuchen nada mas ahí, si usted vive cerca de una de estas iglesias sabrá de lo que hablo, pero hay algo mas que me hace pensar y preguntarme ¿Qué pasaría si se dejara de tocar las campanas?, ¿Qué pasaría si se queda dormido el responsable de esto? ¿Ocasionaría que la gente no vaya a la iglesia?, ¿Seguirían fieles en ir aunque no escuchen nada?.
Ahora le hago unas cuantas preguntas a usted que tiene la oportunidad de leer este pequeño escrito, ¿Qué le hace buscar a Dios?, ¿Va a la iglesia por una tradición familiar o personal de muchos años?, ¿Tiene una relación personal con Dios?
Lastimosamente la mayoría de las personas ha tenido que levantar la vista al cielo recordando que hay un Dios hasta que algo estridente las hace reaccionar y yo me incluyo en esas personas, en innumerables ocasiones una enfermedad, un corazón roto, la falta de empleo o rechazo, inclusive el deseo de tener cosas materiales como el carro del año, un ascenso en el trabajo o que la chica mas hermosa de la escuela se fije en nosotros hace que vengamos humillados delante de Dios pidiendo ayuda.
Esto no solamente pasa hoy, es un ciclo que viene desde hace más siglos que la campana, más o menos entre el siglo XIII y XI antes de Cristo sucedía esto: “Cada vez que el Señor levantaba entre ellos (El pueblo de Israel) un caudillo, estaba con él. Mientras ese caudillo vivía, los libraba del poder de sus enemigos, porque el Señor se compadecía de ellos al oírlos gemir por causa de quienes los oprimían y afligían. Pero cuando el caudillo moría, ellos volvían a corromperse aún más que sus antepasados, pues se iban tras otros dioses, a los que servían y adoraban. De este modo se negaban a abandonar sus malvadas costumbres y su obstinada conducta.” –Jueces 2:18-19 NVI.
Que fácil se ha vuelo para el ser humano olvidarse de Dios, o se niega su existencia o lo encajonamos en un iglesia de 4 paredes como que si El solo está para cumplir nuestros caprichos y ponerle queja de todo lo que pasa.
Pero lo que Él anhela es una relación personal con el ser humano, con su creación mas preciada; lo que nos enseña el pasaje que compartí hace un momento contigo hace ver claramente que Dios siempre esta dispuesto a salvar la humanidad, a pesar de que esta le de la espalda, él esta pendiente de las personas que quieran buscarlo y dejar que Él haga su voluntad en sus vidas, dice la Biblia “Dios, desde el cielo, mira a hombres y mujeres; busca a alguien inteligente que lo reconozca como Dios; no hay uno solo que no se haya corrompido; no hay uno solo que haga el bien”. -Salmos 53:2-3 TLA.
La naturaleza del ser humano es hacer el mal, es desviarse a caminos perversos pero la misericordia de Dios es tan grande que si decidimos creer en Él y buscarle con todo nuestro corazón Él pasa por alto, en su paciencia, los pecados pasados. Romanos 3:25.
Que amor tan grande de parte de Dios para esta humanidad, y lo único que tenemos que hacer es buscarle y tener una relación personal con él, no se trata de ir a la iglesia o no, no se trata de ver cuantas actividades puedo hacer para llamar su atención, es simplemente creerle a él y vivir de acuerdo a lo que su palabra nos dice.
¿Vamos a seguir esperando que suenen las campanas para buscar a Dios?
Dejemos de ser cristianos de iglesias y comencemos a ser cristianos en espíritu y verdad.

jueves, 3 de febrero de 2011


¿Porque no hice caso?
Éxodo 16:16-35
¿Han escuchado alguna vez la frase: "¡Te lo dije!"? Cuando tenía 7 años, recuerdo que regresaba a casa del colegio con mi primo en autobús todos los días, él tenia unos 14 años mas o menos y en repetidas veces escuche a mi mamá decirle que me cuidara mucho y a mi me decía que le hiciera caso, en ese tiempo recuerdo que los autobuses en mi país llevaban las puertas abiertas todo el tiempo y mi primo había desarrollado una habilidad que me parecía asombrosa y que algún día tenia que aprender y era que cuando el autobús aun estaba en marcha a unas cuadras de llegar a nuestro destino él se lanzaba hacia afuera, caía de pie y corría hasta llegar a la parada de autobuses donde la gente decente se tiene que bajar, esto lo hacia una y otra vez pero antes de su hazaña me decía con una voz fuerte como regaño en forma de sentencia: “No te vayas a bajar hasta que el autobús se detenga”, 

Este tipo de palabras en el ser humano la mayoría de las veces son como un reto, como una pelea en el interior donde el “diablito” y el “angelito” se paran cada uno al lado de nuestra cabeza y comienzan a dar sus argumentos del porque se debe o no hacer algunas cosas que ya nos dijeron que no debemos hacer; por muchos días veía como mi primo que saltaba y yo quería hacerlo igual, quería ponerme frente a la puerta de autobús con mi mochila en la espalda y saltar, me imaginaba la escena en cámara lenta el momento en que saltaba y dejaba el autobús con el aire fuerte sobre mi rostro mostrando una cara de valor y en el momento de caer al suelo las personas que estuvieran cerca dijeran “wow, que valiente, que intrépido, ¿como lo hizo?, otro niño a lo lejos diciendo: “mamá yo quiero hacerlo también”.

Un día en el que escuche la misma sentencia por parte de mi primo y salto, en ese momento comenzó el dilema mas fuerte que otras veces, en menos de 5 segundos hable con mi subconsciente “soy muy intrépido, no sé porque mi primo piensa que no puedo hacer esto, claro que puedo, ya estoy grande, tengo 7 años y muy bien vividos, sé que puedo hacerlo y voy a dejar a mi primo con la boca cerrada y dejara de creer que soy un simple niño y que ya soy todo un hombre”; ahí estaba yo, frente a la puerta trasera del autobús, veía como los objetos en la acera parecían ir mas rápido de lo normal pero no me asuste, la hora de la verdad había llegado, no debería ser difícil, mi primo lo hacia muchas veces, que podría salir mal; a la cuenta de tres saltaría, (1,2 y 3), salte del autobús como un paracaídas salta de un avión, como saltar a la piscina en el rancho de vacaciones, si usted ha pasado por esto antes o sabe algo de física sabrá que la forma en la que salte no era la mas adecuada para este tipo de hazaña, en el momento que caí solo recuerdo que mis pies tocaron el sueño y una fuerza actúo sobre mi haciendo caerme y dar muchas vueltas que me dejaron tirado entre la acera y la calle, sentía dolor por todas partes y los comentarios de las personas que estaban cerca no eran lo que yo esperaba, corrieron hacia mi para ver si estaba vivo, cuando llego mi primo me levanto de las manos y me comenzó a regañar, mi uniforme estaba roto, mis rodillas sangrando, me dolía el brazo y sabia que estaba en problemas, me iban a dar la regañada de mi vida, así que inventamos la historia que me había caído de las gradas en el colegio, pero los padres tienen un sexto sentido y se dan cuenta de todo, nos regañaron como era de suponerse, aprendimos la lección en las siguientes ocasiones mi primo mientras iba conmigo no se lanzo mas del autobús y yo años mas tarde aprendí como era la forma correcta de hacerlo.

Puede parecer gracioso cuando tienes el privilegio de contarlo años mas tarde, pero esto es algo que pasa en la actualidad en la vida de muchos cristianos, Dios nos da una instrucción de como hacer las cosas para nos vaya bien, pero pareciera que nosotros sabemos mas que Dios, como si nosotros conocemos mejor el camino y que podemos sacarle la ventaja y salirle mas adelante y diciendo -“mira mi opción era mejor que la tuya, te gane”.
Hubo una vez en el desierto en la que Dios le dio una instrucción sencilla al pueblo de Israel, les dijo:  Voy a mandarles el maná, pero cada quien recogerá lo que pueda comer en un día, mas o menos 2 litros por persona y nadie dejará nada para el siguiente día, solamente el viernes recogerán el doble porque el sábado es día de reposo y no habrá nada. (paráfrasis y énfasis del autor) Éxodo 16:16, 22.

Creo que mas claro no podía estar, era también un acto de fe para el pueblo, hoy voy salir a recoger el maná que me voy a comer y estoy seguro que si Dios dijo que mañana también habría maná pues el maná ahí estará
Dijo Jesús: “Ya no se preocupen preguntando qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. Solo los que no conocen a Dios se preocupan por eso, ustedes no se desesperen por esas cosas. Su Padre que esta en el cielo sabe que las necesitan. Lo mas importante es que reconozcan a Dios como único Rey y que hagan lo que Él les pide. Todo lo demás, Él se los dará a su tiempo. Así que no se preocupen por lo que pasará mañana, ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día”. (Mateo 6:31 TLA).
Como se nos olvida esto tan seguido, y al pueblo de Israel también, vea lo que pasó:
“Algunos dejaron algo para el otro día; pero crío gusanos, y apestaba. (Exodo 16:20 RVA), y no solo eso vea esto... 
“Aconteció que algunos del pueblo salieron en el sábado a recoger, y no hallaron nada” (Exodo 20:27 RVA).
Así actuamos nosotros innumerables veces, nos gusta hacernos los valientes, nos gusta pasarnos de listo y lanzarnos del autobús en marcha pensando que lo resolveremos a nuestra manera y lo peor de todo es que cuando estamos en el suelo, con dolor en todo nuestro cuerpo, muchas veces le echamos la culpa a Dios por la situación vergonzosa en la que nos encontramos.

Cuando Dios nos da una instrucción es porque él conoce el cuadro completo, él sabe cual es mejor camino para llegar porque él hizo el camino, él es el camino, es el guía que sabe como llegar a la cima sin que te caigas, 
El reto para hoy es, dejemos de creer en nuestras fuerzas, en que somos mas listos que Dios y que tenemos la mejor respuesta, empecemos a creerle a Él.
“Así comieron los hijos de Israel maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán.” (Éxodo 16:35)
Si El dijo que lo va a hacer lo va a hacer.

sábado, 22 de enero de 2011

Frutos dignos de arrepentimiento.
Mateo 3:1-12
“Arrepientanse, porque el reino de los cielos se ha acercado”
Esta era la expresión que usaba un hombre con un aspecto curioso, una vestimenta peculiar y una dieta estricta, nos referimos nada mas y nada menos que a Juan el Bautista, una persona con ideas un tanto radicales pero directas, sin rodeos, sin nada que ocultar, simplemente le hacia ver a esta generación la necesidad de arrepentirse de sus malos caminos y que el resultado de ello seria una vida integra llena de frutos agradables.

Dice la Biblia en el versículo 5 que muchas personas de Jerusalén, Judea y toda provincia al rededor del Jordán venían a que fueran bautizados por Juan confesando sus pecados; imagino el rostro de estas personas reflejando cierto grado de esperanza queriendo alcanzar misericordia, tratando de borrar lo malo que había en sus corazones, acciones que  les ocasionaba cierto peso que necesitaban descargar.

Hoy en día, pasa algo similar en el pueblo cristiano, sabemos que hay cosas en nuestra vida que no están bien, pecados que practicamos desde el lugar mas secreto como a la luz publica llegando a tal grado que nos sentimos mal y cuando la carga ya se volvió demasiado pesada llegamos a una disyuntiva en nuestro camino: confieso mis pecados y dejo que Dios quite esa carga o dejo que la carga me venza y caiga sobre mi y me quedo revolcando en el mismo camino vergonzoso que poco a poco me llevara a lo que dice Romanos 1:28 “Como ellos no quisieron tener en cuenta  Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para hacer cosas que no deben”. y si seguimos leyendo los versículos 29, 30 y 31 nos menciona el apóstol Pablo una serie de características que lastimosamente están presentes dentro de nuestras iglesias hoy en día: Injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad, envidia, homicidios, contiendas, engaños, perversidades, murmuración, calumnias, enemigos de Dios, soberbia, vanidad, inventores de males, desobediencia a los padres, necedad, deslealtad, sin afecto natural, implacables, sin misericordia. Y una de las cosas que mas me impacta de estos versículos es el 32 que dice: “Estos, aunque conocen el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican

Pero la cuestión no esta solo en ver si en mi corazón hay alguna de estas cosas que me hacen sentir mal, agotado, frustrado, sucio o pecador y que cuando ya no puedo acudo a una de las “prestaciones” que tenemos los cristianos que es el pedir perdón por los pecados y en la mayoría de las ocasiones parecería que esto me deja una nueva oportunidad de seguir haciendo lo que mejor me parece, “al cabo Dios me perdona, es su especialidad”.

Nuestro querido amigo excéntrico que platicamos al inicio estaba familiarizado con eso y les dijo a esas personas algo que los hizo retorcerse hasta lo mas profundo de sus huesos “No piensen que se salvarán solo por ser descendientes de Abraham”  (v. 9 TLA), en otras palabras, no piensen que pueden hacer todo lo que quieran solamente porque al fin y al cabo Dios los perdona.

Cuando decidimos seguir a Jesús y creer que Él nos da vida y nos ha hecho libres de las garras del pecado nuestra actitud y forma de vivir cambia, es lo que Juan les decía a los fariseos “Demuestren con su conducta que han dejado de pecar” (v. 8 TLA), nuestra vida tiene que ser el reflejo que Jesús ahora gobierna nuestros corazones, nuestros pensamientos y acciones por lo que el estilo de vida erróneo que mencionamos hace un momento ya no debe ser parte de nuestra rutina diaria, sino que debemos mostrar esos frutos dignos de arrepentimiento, esas cosas que cuando las demás personas vean en nosotros glorifiquen a Dios por lo que estamos haciendo (Mateo 5:16).

No estoy hablando de ser perfectos, porque nunca lo seremos, pero quiero darte una buena noticia que nos dice el apóstol Pablo “Una cosa es clara: antes éramos pecadores, pero cuando Cristo murió en la cruz, nosotros morimos con él. Así que el pecado ya no nos gobierna. Cuando morimos, el pecado ya no tiene poder sobre uno.
Cuando Jesucristo murió, el pecado perdió para siempre su poder sobre él. La vida que ahora vive (Jesús), es para agradar a Dios. De igual manera, el pecado ya no tiene poder sobre ustedes, sino que Cristo les ha dado vida, y ahora viven para agradar a Dios.
Ustedes ya han muerto al pecado, pero ahora han vuelto a vivir. Así que no dejen que el pecado los use para hacer lo malo. Más bien, entréguense a Dios, y hagan lo que a él le agrada. Así el pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, porque ya no son esclavos de la ley. Ahora están al servicio del amor de Dios.” (Romanos 6:6-7, 10-11, 13-14 TLA)
Creo que este pasaje habla por si solo, la clave de todo esto es abandonarnos por completo en Dios, vivir para agradarlo a El.
Dejemos de ser doble cara como los fariseos, que solo querían ser bautizados para los demás los vieran y los siguieran teniendo por “santos” cuando en verdad su vida dejaba mucho que desear.
Quiero animarte a que vivamos una vida que agrade a Dios, que dejemos de ser religiosos, y comencemos a ser un reflejo de Jesús.